La solarización es un método de desinfección del suelo que utiliza la energía solar para eliminar patógenos, insectos, nemátodos y semillas. Consiste en cubrir el suelo con un plástico transparente durante varias semanas en los meses más calurosos, aumentando la temperatura del suelo hasta niveles letales para organismos perjudiciales.
Proceso:
- Preparación del suelo: Se debe rajar el suelo para conseguir que la temperatura y la humedad lleguen los más profundo posible.
- Humedecimiento: Se riega abundantemente el suelo para mejorar la conducción del calor.
- Colocación del plástico: Se usa una lámina de polietileno transparente, asegurando que quede bien sellada en los bordes y en los monetes. Tiene que quedar pegada al suelo.
- Tiempo de exposición: Se deja cubierto entre 4 a 8 semanas, dependiendo de la temperatura conseguida y el tiempo de exposición.
- Retiro del plástico y siembra: Una vez finalizado el proceso, se retira el plástico.
La solarización elimina o reduce significativamente la presencia de:
- Hongos fitopatógenos: Fusarium spp., Pythium spp., Phytophthora spp., Verticillium spp., Rhizoctonia spp., entre otros.
- Bacterias dañinas: Agrobacterium tumefaciens, Ralstonia solanacearum.
- Nematodos perjudiciales: Meloidogyne spp., Pratylenchus spp.
- Virus y viroides: Puede conseguir reducir inóculo vírico.
- Plagas: Puede eliminar parte o la totalidad de las crisálidas de tuta absoluta y de trips.
- Semillas: Provoca la muerte de diferentes semillas que no son interesantes en nuestro cultivo.
Efecto: Al reducir la carga de patógenos, se previenen enfermedades en los cultivos, lo que se traduce en plantas más sanas y productivas.
El calor generado durante la solarización promueve:
- Mineralización de la materia orgánica, liberando nitrógeno en formas asimilables.
- Aumento de la disponibilidad de fósforo y potasio, ya que la descomposición de restos vegetales acelera la liberación de estos nutrientes.
- Mayor solubilización de micronutrientes como hierro, manganeso y zinc.
Mejora de la Estructura del Suelo
- La descomposición de materia orgánica inducida por el calor mejora la porosidad del suelo.
- Se reduce la compactación y se facilita el desarrollo radicular de los cultivos.
Efecto: Favorece el crecimiento de raíces más profundas y saludables, optimizando la absorción de agua y nutrientes.